'Albadón gótico'. Casa del Arcediano, Barcelona

Obra: Aldabón gótico. Casa del Arcediano, Barcelona
Cronología: Último tercio del siglo XV
Técnica: Hierro forjado, recortado, soldado en forja, limado y cincelado
Medidas: 21 x 34,5 x 12 cm
Colección: Antigua colección Santiago Rusiñol. Museo Cau Ferrat, número de inventario: 30.987

Descripción y contexto històrico El descubrimiento en el siglo XI por parte de herreros catalanes del fuelle hidráulico y el enorme impulso al arte de la forja que dicha tecnología, conocida desde entonces con el nombre de "forja catalana" permite, hace del hierro uno de los indiscutibles materiales en la creación artística en Cataluña a partir de dicho momento.

Es pues el fuelle hidráulico el que permite, por medio de una corriente de aire continua, alcanzar una mayor temperatura del horno de fundición. De esta manera el hierro se hace más dúctil y puede forjarse con mayor facilidad pero, ante todo, permite realizar barras de mayor longitud. Esto induce a los herreros a doblarlas sobre sí mismas y dar nacimiento a la famosa espiral románica, elemento decorativo absolutamente novedoso en el momento debido a la imposibilidad técnica que hasta el desarrollo de la “forja catalana” impedía la forja de barras de gran longitud.

Los herreros catalanes utilizan pues las nuevas formas en la construcción de rejas y adornos, que pronto se convertirán en elemento fundamental de la estética románica.

Es tal la popularidad del hierro catalán, que los herreros son llamados para completar las obras de los más emblemáticos edificios europeos. Así, entre los años 1248 y 1250, los maestros forjadores Blay y Suñol realizan los herrajes de las puertas de Nôtre Dame de París, que todavía hoy podemos admirar y que constituyen una de las realizaciones más emblemáticas de la historia de la forja en Europa.

Es tan importante la industria de la forja en Cataluña que ya en 1200 se establece en Barcelona el primer gremio de herreros de Europa. Prueba de la pujanza que dicho colectivo tenía en la sociedad de la época es el hecho de que contase con representación en el Consejo de Ciento, auténtico parlamento de Cataluña y uno de los primeros del mundo.

La llegada de la Orden del Císter a Cataluña y su implantación por todo su territorio de grandes monasterios, impulsa de forma definitiva el arte de la forja. Los monasterios cistercienses, auténticos centros de poder, no sólo religioso sino también político y económico, los convierten en el epicentro cultural y tecnológico del momento. Se crean en las mismas herrerías para cubrir no sólo las propias necesidades, también para satisfacer la creciente demanda de una cada vez más importante sociedad civil, que utiliza el hierro como elemento decorativo en la construcción de casas, palacios y edificios civiles y eclesiásticos.

A partir del siglo XIII, el nuevo estilo gótico, encuentra en tierras catalanas un inusitado desarrollo debido a la floreciente economía de la Corona de Aragón. El desarrollo de las ciudades y la importancia de una creciente burguesía impulsan de forma definitiva la industria de la forja. La gran cantidad de talleres y la pericia de los herreros permiten la creación de obras cada vez más complejas y personalistas debido a la creciente competencia entre los mismos. El trabajo a lima, el calado y cincelado, la superposición de chapas, y todo su despliegue técnico y artístico, se utilizan para crear rejas, llamadores y herrajes de puertas, cajas de misal, arcas, candelabros y lámparas, llaves y cerraduras y objetos de uso personal, que propicia un importante comercio a ambos lados de los Pirineos.

Durante los siglos XIV y XV, la escuela de forja catalana se extiende a través del Camino de Santiago. Durante este período se realizan las más importantes obras del arte gótico en hierro y, evidentemente, las piezas de pequeño formato viajan a través del mismo como embajadoras del quehacer de los maestros herreros.

A este período, siglo XV, corresponde el llamador objeto de este artículo, conocido como “aldabón de la Casa del Arcediano” de Barcelona, modelo emblemático de la historia de la forja en Europa.

EL LLAMADOR

Es éste un llamador de anillo rematado por una cabeza de dragón, que simboliza el guardián de los tesoros escondidos al cual hay que vencer para acceder a ellos; como protector de la casa y severo guardián, hay que enfrentarse a él para penetrar en su interior.

La pieza, forjada en bulto, cincelada y facetada a lima, nos presenta la figura de un dragón de ojos realzados, gran boca abierta en actitud fiera, cuello curvilíneo decorado por medio de franjas cinceladas, patas extendidas hacia el exterior en forma desafiante.

Del cuello del animal pende una gran anilla circular, decorada mediante franjas concéntricas, y bajo el mismo yunque de forma antropomorfa sujeta un escudo heráldico.

La pieza se superpone sobre una placa circular calada en doble plancha, típica del período, decorada por medio de círculos tangentes partidos por líneas en “S”.

Esta gran aldaba, sin duda la más importante del arte gótico y pieza emblemática de la colección de Santiago Rusiñol, ha servido de modelo a infinidad de piezas tanto coetáneas como posteriores. Sus elementos decorativos tuvieron una influencia capital en el desarrollo del Neogótico y el Modernismo catalán, siendo fuente de inspiración en multitud de piezas tales como candelabros, lámparas, llamadores y hierros de fuego.

El aldabón de la Casa del Arcediano, hoy en este museo, es la pieza de pequeño formato en hierro más reproducida en libros y monografías sobre este material de cuantas constituyen el fondo patrimonial del arte hispánico.

El Museo del Hierro de Oropesa del Mar conserva en sus fondos una copia realizada en 1900, en la cual el escudo heráldico original fue substituido por la letra C (de Cataluña).

BIBLIOGRAFÍA:

P.M. de Artiñano, J. Folch y Torres, A. Rigal, L. Pérez Bueno, El tesoro artístico de España, Ed. David, Barcelona 1915

L. Labarta, Hierros artísticos, Ed. Seix Barral, Barcelona 1901

P.M: de Artiñano y Galdácano, Exposición de hierros antiguos españoles, Madrid 1919
A. Ruiz Castillo, El arte del hierro en España, Ed. Meseguer Editor, Barcelona (hacia 1930)

A. García Llanzo, Colección de hierros de Santiago Rusiñol, Arte y Ciencias, Barcelona 1916

E. Orduña y Viguera, Rejeros españoles, Real Academia de San Fernando, Madrid 1915

M.J. Rubio Aragonés, Hierros antiguos, Madrid 1989

Autoría de la ficha: Luis Elvira