‘Catifes de ciment. El món de la rajola hidràulica’
Catifes de ciment. El món de la rajola hidràulica es una exposición itinerante organizada por la Oficina de Patrimoni Cultural de l’Àrea de Presidència de la Diputació de Barcelona, el Ajuntament de Sitges y el Consorci del Patrimoni de Sitges gracias a los préstamos de la colección particular de Jordi Griset y de otros fondos procedentes de instituciones públicas y privadas, y de diversas empresas.
La Xarxa de Museus Locals es un instrumento de cooperación entre la Diputació de Barcelona y los ayuntamientos con museos municipales. Con la exposición se pretende valorar la baldosa hidráulica porque es un objeto muy vinculado a la arquitectura catalana, además de haber sido muy utilizado entre 1890 y 1930. El discurso expositivo que se ha articulado nos permite situarnos en los orígenes, quienes han sido los principales fabricantes y su técnica, y percibir la evolución del diseño.
Un desconocido arte modernista
De las diversas artes aplicadas que conforman la arquitectura modernista, la baldosa hidráulica es uno de los elementos más originales y, a su vez, menos conocidos. Probablemente, el hecho que sea un tipo de objeto pensado para pisarlo –con las connotaciones negativas que este acto lleva asociadas– ha sido el motivo de que se haya estudiado muy poco la naturaleza, la técnica y la evolución, y que todavía hoy se descuida la conservación o la salvaguarda cuando se restaura un edificio antiguo. A pesar de todo, su presencia otorga a los espacios una solución duradera, resistente, higiénica y de gran belleza.
En Catalunya las empresas que manufacturaban tuvieron la colaboración de artistas y arquitectos reconocidos, como Josep Pascó, Alexandre de Riquer, Lluís Domènech i Montaner, Josep Puig i Cadafalch, Antoni Maria Gallissà o Rafael Masó, entre otros. La rápida difusión que tuvo convirtió estas alfombras de cemento en un elementos íntimamente ligado al desarrollo de la ornamentación en la arquitectura modernista. Su éxito traspasó los límites de este estilo, y sus diseños menos abigarrados se adaptaron al nuevo gusto surgido del art decó. En la actualidad, la baldosa hidráulica vive un renacimiento guiado por diseñadores nuevos y arquitectos que continúan creyendo en sus posibilidades constructivas y ornamentales.
Alfombras de cemento
Desde tiempos antiguos, el hombre creó espacios para vivir procurando unir la funcionalidad y la belleza. La necesidad de nivelar la tierra con materiales que aportaran duración y resistencia comportó la aparición de suelos cerámicos en forma de baldosas, suelos de piedra en forma de mosaico o suelos con pavimentos continuos.
La evolución de la arquitectura desde la antigüedad hasta la actualidad ha hecho que apareciesen diversas soluciones materiales para los pavimentos, en las que la búsqueda de la belleza y del confort han ido de la mano. Tenemos conocimiento de este hecho por la arqueología o por la pintura que, de manera especial desde la edad media, nos ha ido ofreciendo una valiosa información sobre como han sido los interiores públicos y privados.
Antes de la aparición de la baldosa hidráulica en Catalunya, los pavimentos cerámicos eran los más comunes y con frecuencia se cubrían con alfombras en invierno y con estores vegetales en verano, para dar calidez y confort a los interiores acomodados. A partir de la década de 1880, los pavimentos fueron perdiendo su aspecto funcional y sus complejos diseños empezaron a recordar las alfombras que se ponían encima, con un dibujo central y una cenefa perimetral. Entonces, los motivos heráldicos o extraídos de una cierta interpretación del pasado medieval tenían un papel fundamental en las decoraciones. Hacia finales de siglo, los suelos se ponen al nivel de la densidad ornamental de la arquitectura modernista y contenían elementos extraídos del mundo vegetal. La convivencia de vidrieras, esgrafiados, papeles pintados, elementos textiles, arrimaderos cerámicos, pavimentos, muebles, objetos ornamentales y obras de arte, fue la protagonista de una nueva forma de expresar la domesticidad burguesa.
A lo largo de las primeras décadas del siglo pasado, el natural agotamiento de ese gusto por el apelmazamiento decorativo hizo nacer una nueva influencia por el art decó. La baldosa hidráulica se crea a partir del mortero de cemento hidráulico moldeado y prensado. Así, pues, la palabra hidráulico, no proviene de las prensas hidráulicas empleadas para su creación, sino por el efecto de endurecimiento del cemento al entrar en contacto con el agua. Su proceso de elaboración, a medio camino entre la producción artesanal y la mecanizada, servía para crear baldosas normalmente de 20 x 20 cm, aunque también se realizaban de otras formas y medidas.
Las baldosas, hechas una por una, se elaboraban mediante el uso de un molde metálico, que previamente se había untado con grasa. Dentro del molde se coloca la lámina, con la que se elaborará el dibujo, derramando en las celdas los pigmentos. Una vez retirada la lámina se añade el brazaje,compuesto por arena y cemento a partes iguales que absorbe el exceso de agua. Posteriormente, se vierte el grueso, mezcla de cemento portland y arena, y se prensa.
La técnica de elaboración, que provenía de Francia, llegó a Catalunya hacia 1866, aunque su uso no se consolida hasta bien avanzada la década de los ochenta. A finales de la siguiente década, en plena madurez del Modernismo, la gran aceptación que tenía la baldosa hidráulica aumentó el número de empresas dedicadas a fabricar este producto.
Las losetas que tapizan las aceras de nuestras ciudades y pueblos son baldosas hidráulicas. La diferencia es que la loseta se elabora con una sola capa de cemento portland. Este tipo de pavimento regulariza el suelo de las aceras, es resistente, antideslizante, económico y fácil de colocar. La pavimentación parcial y con materiales desiguales del Eixample de Barcelona a principios del siglo pasado hizo que esta ciudad fuera conocida como Can Fanga, debido a los charcos y el barro que de manera generalizada ocupaban las aceras de la ciudad. En el año 1906 el Ayuntamiento aprobó seis modelos de losetas, de las que actualmente se utilizan el de cuatro pastillas y el de la flor. Esta baldosa de 20 x 20 x 4cm tiene un dibujo similar al que Josep Puig i Cadafalch excavó en el pavimento de piedra del vestíbulo de Casa Amatller en el Passeig de Gràcia de Barcelona, construida entre 1898 y 1900.
Otra loseta icónica catalana es la hexagonal de 25 cm que proyectó Antoni Gaudí para la Casa Batlló en el año 1904, pero que finalmente instalará, por primera vez, en el suelo de las plantas del servicio de Casa Milà, conocida como La Pedrera. En 1997, esta loseta se reeditó y el Ajuntament de Barcelona, en homenaje al arquitecto, la colocó como pavimento en el Passeig de Gràcia.
Varias empresas han seguido editando diseños de pavimentos hidráulicos de finales del siglo XIX o primeras décadas del siglo pasado. Aunque, actualmente, este material vive un verdadero renacimiento con la actualización de sus formas y decoraciones por parte de diseñadores y arquitectos contemporáneos que continúan viendo un extenso abanico de recursos expresivos y constructivos.
La casa Mariano Carles Butsems inició su actividad en Barcelona en 1875 y cambió de nombre en 1892 con la incorporación de Josep Fradera como socio. La empresa estaba especializada en la fabricación de baldosas hidráulicas y elementos de piedra artificial como columnas, balcones, balaustradas o ménsulas. Pese a que inicia la producción de cemento en Olèrdola (Baix Penedès), en el año 1903 inaugura la fábrica en el valle de Vallcarca, en Sitges. El lugar era el más adecuado por la naturaleza geológica del macizo del Garraf, de formación calcárea, idónea para la fabricación de cemento. También influyó mucho la posibilidad de trasladar la producción por vía marítima, con la creación de un puerto y la presencia del ferrocarril. En 1973, Cementos Fradera S.A., tal como se llamaba entonces la empresa, se convierte en Cementos Uiniland, aunque ya hacía mucho tiempo que había dejado de fabricar baldosas hidráulicas.
Actividades complementarias
– Presentación del libro de Jordi Griset L’art del mosaic hidràulic a Catalunya, a cargo de Vinyet Panyella, directora gerente del Consorci del Patrimoni de Sitges.
Viernes 8 de mayo, 19h.
En la Sala Gòtica del Museu de Maricel.
- Visita guiada y taller infantil Fem catifes de ciment. Para niños y niñas de 5 a 12 años.
Sábado 25 de abril, 17h.
Sábado 23 de mayo, 17h.
Precio: 4 € por niño/a.
- Visita guiada y ruta por Sitges.
Domingo 12 de abril, 11h.
Domingo 10 de mayo, 11h.
Precio: 5 € por persona.
- Salida cultural a Manresa.
Visita cultural a la capital del Bages con entrada a la fábrica de Mosaics Martí.
Viernes 17 de abril.
Reservas: 93 894 03 64.
Horarios
-Lunes, jueves y viernes:
De 10h a 14h.
-Martes y miércoles:
De 10h a 18h.
-Sábados:
De 11h a 14h i de 16h a 19h.
-Domingos y festivos:
De 11h a 15h.
Recorrido de la muestra por Catalunya
• Vilassar de Dalt: del 15 de septiembre al 4 de noviembre de 2015
• Cerdanyola del Vallès: del 4 de noviembre de 2015 al 18 de enero de 2016
• Esplugues de Llobregat: del 18 de enero al 30 de marzo de 2016
• Sabadell: del 30 de marzo al 17 de junio de 2016
• Canet de Mar: del 17 de junio al 18 de septiembre de 2016
• Martorell: del 18 de septiembre al 29 de noviembre de 2016
• Ripollet: del 3 de mayo al 28 de junio de 2017
NOTÍCIA: Una exposición sobre baldosas hidráulicas rememora la industria cementera de Sitges